La evaluación de la asignatura se configurará como una suma ponderada de trabajos tutelados y pruebas objetivas. Cada una de las tres partes que forman la calificación (trabajo individual, trabajo en grupo y prueba objetiva) serán valorados de 0 a 10 puntos, siendo necesario alcanzar una calificación mínima de 3 puntos en cada una de ellas para poder superar la asignatura.

La asistencia y participación a las clases presenciales será necesaria para ser evaluado, siendo el mínimo admisible del 80%.
El trabajo no presencial será valorado a través de los trabajos tutelados según los porcentajes máximos y mínimos descritos anteriormente. 

Las pruebas teórico-prácticas objetivas consistirán en preguntas concretas, siendo necesario responder a la totalidad de las cuestiones planteadas, para valorar la comprensión de los aspectos particulares del temario y en análisis concretos de textos, obras o fragmentos arquitectónicos que permitirán verificar la asimilación de los contenidos de la asignatura y la adecuada personalización de la calificación.
Los trabajos tutelados serán unos ejercicios prácticos de elaboración personal que desarrollan aspectos particulares y fundamentales del temario, en su calificación se valorará especialmente la ideación gráfica y la capacidad analítica del alumno. 

La evaluación en las convocatorias extraordinarias se llevará a cabo mediante la realización de un único examen, si bien será obligatoria la asistencia mínima exigida y la realización y superación previa de los trabajos tutelados desarrollados durante el curso.