Las condiciones de la evaluación señaladas, se fijan para el alumnado asistente a clase. Se considera alumnado asistente a aquel que asiste a un mínimo del 80% de las clases; por ello, el profesorado podrá solicitar al alumnado que firme una hoja tanto a la entrada como a la salida. El estudiante podrá justificar sus faltas de asistencia.

Para alcanzar la puntuación máxima en cada una de las metodologías no se tendrá en cuenta sólo si se entrega el material o no. Se tendrán en consideración varios factores como: la capacidad de trabajo individual, la capacidad de trabajo en grupo, los conocimientos generales básicos, la capacidad de análisis y síntesis, la capacidad de aplicación de los conocimientos adquiridos en las clases expositivas, la capacidad para generar nuevas ideas (innovación y creatividad), la capacidad crítica y autocrítica, la toma de decisiones, la comunicación oral y escrita,... Todo ello lo observará el profesorado no sólo mediante la entrega de las prácticas correspondientes y de la reflexión final sino a través de las diferentes clases, por ello, la asistencia a clase y la correspondiente observación por parte del profesorado jugarán un aspecto fundamental, así como la asistencia a tutorías.

El alumnado que no forme parte de ningún grupo, no entregue las prácticas correpondientes, la reflexión final o no asista regularmente a las clases, sólo tendrá derecho a presentarse al examen final de la materia en la convocatoria oficial fijada por la Facultad (será considerado como no asistente al 80% de las clases). Dicho examen puntuará el 100% de la puntuación.

Si el alumnado asistente a clase suspende el examen, las puntuaciones alcanzadas tanto en la reflexión final como en las prácticas (individuales y grupales) realizadas se pierden; es decir, no se reservará la nota alcanzada por el alumnado en estas tareas para las siguientes convocatorias. En el examen que tendrá que superar en la próxima convocatoria será considerado como no asistente al 80% de las clases.