La evaluación, como sistema de recogida de información orientada a la emisión de juicios de valor (y en su caso de mérito) sobre el proceso de aprendizaje, requiere un desarrollo continuo con una constante implicación del alumno. Con esta premisa, asistencia y participación se entienden fundamentales, de forma que una ausencia injustificada y reiterativa repercute desfavorablemente en la calificación obtenida por curso, en similar proporción que una carencia de participación o una actitud negativa. En los criterios de correción se recogen no sólo la exactitud de los resultados, sino también la claridad de la presentación, la estructuración del análisis efectuado, la utilización de unidades, la correcta aplicación de los criterios normativos, y la terminología empleada.
El sistema de evaluación continua se configura con pruebas mixtas, que se realizarán durante el curso, y la práctica de taller. Las pruebas mixtas representan el 80% de la calificación global y el 20% restante corresponde a la calificación obtenida en el taller. Para poder superar la materia por curso hay que obtener una calificación mínima, considerando tanto las pruebas mixtas como el taller, de 5 sobre 10, exigiéndose asímismo una calificación mínima de 1 sobre 5 en la práctica de taller. Para poder realizar las pruebas mixtas intermedias será requisito tener una asistencia de al menos del 70%.
Los alumnos que no hayan superado la materia por curso volverán a examinarse de las partes pendientes en las dos oportunidades del mismo curso. En ambos casos se conservará la nota del taller obtenida.
Loa laumnos que hayan superado la materia de proyectos 7, para poder aprobar estructras 4, tendrán que desarrollar su propuesta de taller sobre el tema desarrollado en el curso en que hayan superado proyectos 7, siendo exigible en todo caso un adecuado seguimiento durante el período de la docencia de la materia de taller.